Miguel empezó sus clases de natación. Los que me conocen saben que AMO el agua en todas sus manifestaciones (ríos, mar, lagos, charcos, cascadas, etc), así que me parecía menos que inaceptable que Miguel no supiera nadar. Pero no sabía si le iba a gustar. Para fortuna de todos los implicados, Miguel se adaptó bien a la profe, no le tiene miedo al agua y disfruta de su clase. Aquí les dejo un par de fotos para que vean que no miento, la cara de Miguel lo dice todo.
Somos los padres de Martín, un niño con discapacidad a quien se le diagnosticó Parálisis Cerebral. Martín tiene once años y su nacimiento cambió radicalmente la vida de mi esposo y la mía: ahora somos más felices. Por supuesto, no siempre fue así y esa es la historia que queremos compartir. Nuestro propósito es visibilizar la discapacidad como una experiencia de vida que puede ser muy enriquecedora.
Tan lindo Miguel!!! Seguramente será un gran nadador amiga, besos a ese pescadito.
ResponderEliminarSiiii amiga, es feliz en ela gua. ¿Cómo va todo?
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